A junio de 2016 y a escasos días de estar gobernando Mauricio Macri,
se puede apreciar como ha cambiado la forma de hacer política, entre los que
viven y vivirán de la política.
En este otoño político; los disparadores de ideas, opiniones,
y denuncias se pueden realizar gracias a un periodismo que gravita; primero, en la selección de aquellos políticos o
políticas que improvisan una dramatización, nunca exagerada para estos tiempos. Esencialmente cuando se los entrevista por
medios audiovisuales como, la vieja radio o la televisión comandada por el
zaping implacable del ansioso televidente.
A los programas periodísticos poco les interesa invitar a políticos
clásicos, con características implantadas del protocolo diplomático. Hoy cualquier periodista de manual, con una
producción interesada en llamar la atención y medir, se aprovecha de aquellos
políticos interesado en permanecer a cualquier precio en el poder que ofrece la
política en democracia.
La teatralización del periodista profesional, como la del político va de la mano en una
entrevista. No importa si se repite mil veces las mismas preguntas y se
escuchan las mismas respuestas. Esta en el arte de la entrevista ahondar en las
distintas emociones de las invitadas para obtener gestos de ira implacable o
emoción que lleva a las lágrimas propias y de algunos anclados hasta el punto
final de la respuesta.
Denuncias y opiniones condenatorias es lo que abunda. Lo
indicado que, toda persona es inocente hasta que se comprueba lo contrario, no
es actualmente de estilo, ni político ni
periodístico. Tanto Elisa Carrió, como Margarita Stolbizer, abogadas, se cansan
de hacer denuncias que infringen el concepto jurídico de la presunción de
inocencia. El periodismo, lo sabe y acompaña haciendo lo mismo.
En otros casos, como en el de Graciela Ocaña ex interventora
del PAMI, pasa algo similar. En todos lo medios se escuchan sus denuncias y
opiniones, mismos periodistas, iguales medios, pero similar que en el FÚTBOL PARA TODOS, estamos casi obligados a escucharla,
Tanto Cristina Fernández, ex Presidenta, que usaba el
mensaje en cadena como estrategia de lucha comunicacional, otras dirigentes
usan la red encadenada de medios con mejores o iguales resultados. Esto es a
los efectos de permanecer a cualquier precio en la política. Se animan a la
falsa información, a la denuncia, a todo lo que al periodismo le interesa, ya
no para informar, sino, para tener algo de audiencia.
La señora Hebe De Bonafini y Milagro Salas han logrado con esta metodología del apriete subliminal o directo, audiencia propia, de interés, tanto para el periodismo político como para el periodismo de espectáculo. Ambas fueron recibidas por el Santo Papa, ambas son investigadas de la misma forma que tratan de imponer.
Transitamos por una democracia donde la clase política es
reconocida por sus ciudadanos como corrupta e incompetente. La denuncia de corte político está antes que la denuncia de corte delincuencial. El espectáculo
debe darse a cualquier costo, aún a expensas de aniquilar las instituciones.
La Justicia, en muchos casos, investiga comenzando con la
fuente periodística y observando cuanto ha impactado en la sociedad tal o cual
denuncia. Jueces y Fiscales pasan por el tamiz periodístico. Se le da más importancia
a la opinión periodística e imagen social que, a los autores de corrupción
denunciados.
Nadie duda de la corrupción, nadie duda que estamos mal informados por comisión u omisión de los
responsables. Todos conocemos el cambio de opinión de los políticos cuando a
ellos les conviene. Algunos, muchas
veces nos hemos sentido identificados por estas actrices, pero al seguir su
extensa carrera política hemos apreciado las inconsistencias de las denuncias y
opiniones maliciosas.
El Presidente Macri pide ser investigado como a todos los
que son denunciados con pruebas en la mano, lo que no se pudo precisar es, si
sólo quiere que se investigue de aquí en
adelante.
En investigaciones vinculadas por denuncias, a la familia
Kirchner, debe ser igual. Lo difícil es, y será formar consciencia social de
justicia con estas dirigentes denunciadoras
con fueros parlamentarios. A la corta o a la larga es para mantenerse en
esta única salida laboral teatralizada, que es la política.
Surge de la incomoda y transversal asociación, que se jubilarán, al igual que
Máximo Kirchner, como mínimo con haberes de diputados. Tampoco se les negará a
los ex presidentes la jubilación, aunque hayan sido delincuentes de cuello
blanco, o que, con su ineptitud en la gestión de gobierno, hayan provocado
miles de muertes.